Otro magnífico día disfrutando con la buena gente del grupo de Karate-do de Elche de la Sierra, todo un ejemplo de ilusión y dedicación y nunca mejor dicho; de amor al arte. Y además, nos han acompañado cinco de mis alumnos para entrenar y compartir con ellos. En definitiva, hacemos lo que que nos gusta… qué más se puede pedir.